El complejo de China donde vive más gente que en muchas capitales

Guiyang, capital de la provincia de Guizhou, es una de esas ciudades que rara vez aparecen en los itinerarios turísticos, pero que muestran una China profundamente real. Entre montañas cubiertas de niebla y autopistas elevadas, se esconde un fenómeno urbano que sorprende al mundo: un solo complejo residencial donde viven más de medio millón de personas.

La ciudad bajo los puentes

En el suroeste de China, el espacio urbano se aprovecha al máximo. En Guiyang existen viviendas y locales construidos incluso bajo autopistas. Lo que a primera vista parece una idea improbable, aquí funciona con naturalidad. Los habitantes adaptan su vida al entorno: algunos montan talleres, otros abren pequeños restaurantes o tiendas bajo las estructuras. La sombra sirve como protección del calor, y el ruido del tráfico se vuelve parte del paisaje cotidiano.

La arquitectura de Guiyang refleja una convivencia entre lo improvisado y lo moderno. Mientras las torres se alzan sobre los valles, las viviendas se distribuyen en niveles siguiendo la topografía. Es una ciudad donde la geografía no se conquista, se negocia.

Jiaxiu Lou: el símbolo del estudio y la perseverancia

En medio de este entorno urbano destaca Jiaxiu Lou (甲秀楼), una torre histórica que se levanta sobre el río Nanming. Construida durante la dinastía Ming, su nombre significa literalmente “personas sobresalientes”. Durante siglos fue un lugar de encuentro para eruditos y poetas, y representa el orgullo intelectual de Guizhou.

Hoy, el reflejo de Jiaxiu Lou contrasta con los rascacielos que la rodean, recordando que el progreso en China no solo se mide en altura, sino en esfuerzo. La torre se ha convertido en un emblema del equilibrio entre tradición y modernidad que caracteriza a Guiyang.

Huaguoyuan: la ciudad dentro de la ciudad

A pocos kilómetros del centro histórico se encuentra Huaguoyuan, considerado el complejo residencial más grande del mundo. Ocupa diez kilómetros cuadrados y reúne más de 1,800 torres que albergan a unas 500,000 personas, equivalente a la población de muchas capitales latinoamericanas.

Huaguoyuan es una ciudad autosuficiente: cuenta con escuelas, hospitales, centros comerciales, parques y líneas de metro. Los alquileres oscilan entre 2,000 y 3,000 yuanes mensuales, lo que lo convierte en una opción atractiva para jóvenes y familias.

Las opiniones sobre el lugar son diversas. Algunos lo ven como un modelo de urbanismo eficiente; otros, como un ejemplo extremo de densidad. Sin embargo, su magnitud revela una tendencia clara del suroeste chino: crecer hacia arriba sin perder cohesión comunitaria.

Vida cotidiana y gastronomía local

Entre los puentes y torres, Guiyang conserva una identidad muy marcada en su gastronomía. El plato más emblemático es el niú ròu fěn (牛肉粉), fideos de arroz con carne de res y salsa picante. Cada restaurante tiene su versión: algunos lo preparan con caldo suave, otros con especias intensas. En las mesas nunca faltan los condimentos —chiles secos, ajo, vinagre o maní molido—, y cada comensal ajusta el sabor a su gusto.

Más que una comida, el niuroufen es un símbolo de la vida en Guizhou: simple, picante y persistente.

Guiyang, capital del big data en el suroeste

Además de su densidad urbana, Guiyang es también un referente tecnológico. Grandes empresas como Huawei, Tencent y Apple operan centros de datos en la ciudad. El clima templado (15 °C de promedio anual) y la abundancia de energía hidroeléctrica la convierten en un punto ideal para alojar servidores de alto rendimiento.

Desde la carretera, los complejos tecnológicos se ven como estructuras blancas y silenciosas entre las montañas. En su interior, el zumbido constante de los ventiladores reemplaza el bullicio de los mercados. Guiyang se ha consolidado así como la capital del big data del suroeste chino, un ejemplo de cómo regiones antes rurales se transforman en pilares de la economía digital.

Entre tradición y futuro

Guiyang encarna la capacidad de China para reinventarse sin romper con su pasado. En un mismo día, el visitante puede recorrer una torre del siglo XVI, almorzar en un mercado callejero y luego pasar junto a servidores que almacenan información global.

Bajo sus puentes hay vida, y sobre sus montañas, tecnología. En ese equilibrio entre lo ancestral y lo moderno, la ciudad demuestra que el progreso chino no siempre viene del este costero: también florece entre las montañas del suroeste.


Dato cultural y lingüístico

Palabra destacada: 城市 (chéngshì) — “ciudad”. En mandarín, esta palabra combina chéng (muralla) y shì (mercado), reflejando la antigua idea china de que una ciudad debía estar protegida y, al mismo tiempo, ser un centro de comercio y encuentro.

Nombre chino: 贵阳 (Guìyáng), significa “al sur de la montaña preciosa”.

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